‘Todo cambia, nada permanece’. Según Heráclito de Éfeso, los
objetos, sujetos y formas evolucionan con el paso del tiempo.
Una de las características del crowdfunding
es la adaptación al cambio. Pero, ¿qué significa crowdfounding? ‘El
término está formado por dos palabras del inglés: “crowd” – multitud y
“funding” - financiación, así que en español podemos traducirlo como
financiación colectiva o micromecenazgo’, explica Jose Miguel Rodríguez, fundador y
director de KIFUND.
A día de hoy, son muchos los cineastas que han tenido que
esforzarse para mantenerse en la industria del cine. Incontables son, los que
han empezado a utilizar este tipo de financiación para realizar sus proyectos.
El micromecenazgo se lleva a cabo por personas que crean una
plataforma con el único fin de recaudar dinero y así poder efectuar el propósito
deseado. Se suele utilizar Internet, para llegar a cada una de los individuos
que quieran colaborar.
‘Es una forma innovadora y alternativa
de conseguir recursos económicos para poner en marcha o realizar proyectos, y
se basa en la idea de la suma de pequeñas aportaciones individuales’,
cuenta el director de la plataforma KIFUND.
Beatriz Cebas, periodista y community manager, define el crowdfunding
como ‘un nuevo modelo de financiación que
permite al usuario ser parte de la producción de una obra desde su nacimiento
hasta su realización’. Ángel González, Co-fundador de UniversoCrowdfounding añade que ‘la principal
novedad se ha producido de la mano de las nuevas tecnologías, generalizando,
socializando y democratizando todas éstas actuaciones, dando la oportunidad de
que todos lo podamos hacer de una forma fácil y sencilla’.
La financiación colectiva, se ha posicionado desde finales de los
años 90 como una de las alternativas de subvención con más futuro en la red. En
cuanto al cine se refiere, significa la cooperación colectiva en la que se pide
pequeñas aportaciones a un gran número de personas. Con una cantidad de dinero insignificante a
modo individual, se puede hacer un gran proyecto cinematográfico, ya que
conforme está éste arte a día de hoy, ya casi es imposible que grandes
inversores apuesten por una película con grandes sumas de dinero.
En el mundo del cine, el primer cortometraje financiado por medio
de crowdfunding fue ‘Demain la Vielle’
en 2004. Lo pusieron en práctica los franceses Benjamin Pommeraud y Guillaume
Colboc. Ese mismo año, en Estados Unidos, se estrenó un documental sobre el
cambio climático, también subvencionado de la misma manera, se titulaba ‘The
Age of Stupid’ de Franny Armstrong.
En el caso de España, Jose Miguel Rodríguez nos cuenta que el
primer largometraje apoyado con este tipo de donaciones es ‘El Cosmonauta’, el
cual se ha estado financiando desde el año 2009 y tiene previsto estrenarse en
abril de 2013.
Otro caso similar, es el del documental dirigido por Lucina Gil,
‘Los amores difíciles’. Producida por Doxa Producciones y también financiada
mediante el micromecenazgo. La película ha pasado de estar financiada por
crowdfunding a ser preseleccionada en la categoría de mejor largometraje
documental para los Goya 2013.
Una de las
particularidades que tiene este método, es que mientras se produce la película,
se están asegurando un público fijo. A esto se refieren Jose Miguel Rodríguez
que explica que ‘El micromcenazgo acerca
al autor a su público, les permite dialogar e influirse de forma bidireccional,
y eso crea lazos que perduran en el tiempo. Sin duda aquellos que te han
apoyado cuando tu idea solo era un proyecto por terminar te serán fieles por
mucho tiempo’, y Beatriz Cebas que dice que ‘gracias al crowdfunding el creador tiene la posibilidad de crear una
comunidad. Se trata de una muy buena herramienta de marketing, una forma de
fidelizar y de generar expectativa’.
Éste es el gran
regalo del crowdfunding, con pequeñas aportaciones de individuos que no se
conocen se puede alcanzar el éxito, y no sólo eso, es la gente de a pie quien
hace posible el desarrollo de la película. Cada persona que está dentro del
proyecto quiere ver la película, tiene la necesidad de que ‘su película’ salga
a la luz.
Uno de los cambios más significantes es la libertad que tienen
para rodar. El tiempo, las fechas y las prisas pasan a un segundo plano porque
sin sueldos nos hace falta calcular el período de rodaje, se otorga más
independencia. En una película
financiada de manera ‘tradicional’, existe un presupuesto fijo, unas fechas de
rodaje y ampliar este plazo, significa más capital para los trabajadores involucrados.
El usuario que realiza una donación, reciben primas por parte de
los empresarios, creativos o a través de estas plataformas dedicadas a la
microfinanciación. Verkami, plataforma de crowdfunding para proyectos
creativos, por ejemplo, premia a los
colaboradores ‘en forma de creaciones y
productos exclusivos, experiencias únicas, ediciones limitadas, merchandising,
acceso a descargas...’. La prima, puede estar relacionada con el proyecto
que se va a realizar o puede verse enfocada a la promoción de la persona que da
el donativo. No obstante, si nos centramos en el modelo de trabajo de Verkami,
podemos añadir que ‘sólo los proyectos
que en los 40 días de plazo lleguen como mínimo al 100% de su objetivo de
financiación recibirán el dinero aportado por sus mecenas’. En caso
contrario, es decir, si los proyectos no llegan a la cantidad establecida, los importes que los mecenas se han
comprometido a aportar no se hacen efectivos y el proyecto no recibirá la
financiación.
Finalmente, podemos decir que lo mejor del crowdfunding es la
posibilidad de dar a conocer un producto de forma adelantada, generar una
comunidad colectiva, establecer un diálogo bilateral entre el consumidor y la
empresa, y tener un control absoluto de todos los elementos de la producción.
Lo peor, es el gran esfuerzo que este procedimiento exige, la paciencia y el
riesgo. Pero como dice Woody Allen, ‘Una
película de éxito es aquella que consigue llevar a cabo una idea original’. Así
que mientras existan personas con creatividad, ganas, fuerza e ilusión, no
importa a cuantas personas llegue su proyecto, simplemente con realizarlo,
habrán alcanzado el éxito.
Las ventajas e inconvenientes de este
modelo de financiación
Para el cine es época de cambios, y a día de hoy el crowdfunding
está explosionando en este arte o como dice Beatriz Cebas ‘ahora mismo está viviendo un boom. Proliferan las plataformas de
crowdfunding y cada vez hay más proyectos que quieren usar este método’. Conforme
pase el tiempo, veremos que sólo permanecerán aquellas plataformas que sepan
mantenerse y hayan sabido actuar. Con éste procedimiento cada vez será más
fácil apoyar todo tipo de planes empresariales.
En España aparecieron las primeras plataformas de
microfinanciación hace apenas tres años y Jose Miguel Rodríguez cree que ‘el crowdfunding seguirá creciendo y
estableciéndose como un sistema válido de financiación, sobretodo
complementario en el caso del audiovisual’.
Pero, ¿cuáles son las ventajas y los inconvenientes del
crwodfunding?
Se puede decir que las ventajas principales del crowdfunding son,
poder probar si una idea es interesante para que otras personas estén
dispuestas a apoyarlas. Esto es porque la sociedad que esté dispuesta a aportar
capital es quien determina si un proyecto puede salir adelante o no. La esencia
del crowdfunding no es exclusivamente lograr financiación, si no que a través
de las distintas plataformas como Verkami, Kifund, Partizipa… entre otras,
poder generar una comunidad que ofrezca soporte, fondos e implicación. Es una
nueva opción para generar y promocionar una idea en colaboración con otras
personas. Añadir que se mantienen los derechos de propiedad intelectual al
100%. Esto sirve para valorar la aceptación de un proyecto y la recepción del
público justo antes de ejecutarlo o comercializarlo. Jose Miguel Rodríguez dice
que entre las principales ventajas que existen ‘se pueden compartir elementos con nuestro público potencial, obtener
feedback que nos puede ayudar a mejorar algunos aspectos de nuestro
producto y la posibilidad de establecer nuevos contactos tanto profesionales
como no, interesantes y beneficioso’.
Si tenemos en cuenta los inconvenientes de este sistema de
financiación son que puede darse el caso que existan plataformas ‘fraude’ en
las que puedan llegar a hallarse engaños y timos. Por otro lado, numerosas
personas piensan que simplemente colgando su proyecto en cualquier plataforma
que se dedique a esto, ya quiere decir que vayan a recaudar grandes cantidades
de dinero, y no es así, para financiar un proyecto hace falta promocionarlo y
estar encima de él. Implica estar muy pendiente del propósito que se quiere
alcanzar, para poder atraer al público. ‘Tienes
que estar preparado al fracaso’, nos dice el fundador y director de Kifund,
y requiere la capacidad de ser crítico con tu propia idea.
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